El actor y humorista Antonio Gasalla murió a los 83 años. Su estado de salud se había deteriorado hacía tiempo. La semana pasada había recibido el alta médica luego de permanecer casi diez días internado a causa de un cuadro de neumonía severa.
Su partida deja un vacío imposible de llenar en el mundo del espectáculo, pero también en la memoria colectiva de un país que creció con sus personajes.