El consumo de semilla de lino es objeto de numerosos estudios debido a sus múltiples beneficios para la salud.
Clasificada como un superalimento por su riqueza en componentes bioactivos como el ácido alfa-linolénico (ALA), lignanos y fibra dietética, esta semilla se ha destacado como un aliado en la prevención de enfermedades relacionadas con la nutrición, según reportaron Healthcare y el European Journal of Medical Research.
Este alimento, disponible en formas como semillas enteras, molidas y aceite, ofrece propiedades antioxidantes, anticancerígenas, antiinflamatorias y cardioprotectoras, entre otras.
Un estudio citado por Healthcare reveló que el consumo de 25 gramos de este alimento al día durante 40 días redujo el crecimiento tumoral en mujeres postmenopáusicas diagnosticadas con cáncer de mama.
En cuanto a las formas de consumo, molida es la más recomendada para maximizar la biodisponibilidad de sus nutrientes, especialmente el ALA y los lignanos.
Por otro lado, la semilla de lino también se ha asociado con beneficios en la salud mental y la piel. Según el estudio realizado por la revista Healthcare, el consumo del aceite aumentó los niveles de factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) en mujeres con depresión, mejorando significativamente los síntomas depresivos.