El presidente Javier Milei presentó en el Penal de Ezeiza el proyecto del nuevo Código Penal que girará al Congreso. Sostuvo que el país necesita «tolerancia cero», «que el que las hace las paga», y «que los juicios se hagan rápido y los delincuentes cumplan la condena donde corresponde: en la cárcel».
En el acto estuvo acompañado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien destacó que el nuevo Código Penal «aumenta las penas de todos los delitos, sobre todo de los graves». Asistieron también, entre otros funcionarios, la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y el diputado y candidato a renovar su banca, José Luis Espert, en momentos en que es eje de críticas por los supuestos vínculos con un empresario ligado al narcotráfico.
Milei remarcó que «años de garantismo se encargaron de atarle jurídicamente las manos a las Fuerzas de Seguridad, a los jueces y a los fiscales», por lo que ahora su gestión se encargará de impulsar «estas reformas de tolerancia cero contra la delincuencia».
En ese marco, le envió un mensaje al Congreso, donde la oposición es mayoría y en los últimos meses allí viene frenando e incluso revirtiendo medidas de la gestión libertaria. «Si logramos aprobar estas reformas, quienes delinquen la van a pagar en serio y los argentinos de bien van a vivir en una sociedad más segura. Pero que este conjunto de reformas se implemente o no, dependen directamente del Congreso de la Nación».
E insistió: «Depende de quienes estén sentados en las butacas del poder Legislativo, tengan la vocación de ponerse del lado de las víctimas y no del lado de los delincuentes. Por eso, el país necesita diputados y senadores que comprendan esto, no hay puntos medios. Si aprobamos esta reforma la seguridad en la Argentina va a cambiar en serio. Todos sabemos que el sistema no da para más y hay que cambiarlo».
Consideró que «la doctrina Zaffaroni (por el exjuez de la Corte Suprema) fue invertir la carga a la prueba: se hizo dela víctima, el victimario y el victimario era una víctima de la sociedad» y lamentó que «de esa manera se relajaron las penas y no había costo para aquel que causaba daño a sus semejantes», lo que derivó «en una situación de caos y ausencia de orden».
«Por lo tanto, como parte de nuestro objetivo de hacer grande a la Argentina nuevamente, el orden es una precondición y por eso necesitamos tolerancia cero, porque el que las hace las paga y eso es lo que vinimos a hacer en el día de hoy», remarcó.
Y cerró: «Hay que tener penas más duras, que apliquen a quien corresponde, para que los argentinos de bien puedan volver a vivir en libertad».