Los turistas que lleguen lo harán en sus autos particulares. No deberán aislarse ni antes ni después de visitar la ciudad, pero sí deberán contar con un seguro contra el Covid, que cubra el alojamiento si contraen el coronavirus y deben permanecer aislados.
El intendente de San Carlos de Bariloche, Gustavo Genusso, aseguró hoy que se solicitó al Gobierno rionegrino «poder iniciar la experiencia piloto de reapertura turística la semana próxima» porque «es necesario que el sector comience a moverse tras haber perdido más de 10 mil millones de pesos por la pandemia de coronavirus».
«Manifestamos a la gobernadora Arabela Carreras nuestra intención de comenzar con la prueba piloto la semana próxima, aunque la respuesta depende de la evolución de la situación sanitaria», señaló Genusso en declaraciones a AM Con Vos.
Cómo es el plan de reapertura
El Plan de Apertura Gradual del Turismo propone recibir a 1.000 residentes rionegrinos por un período máximo de una semana, que lleguen en vehículos particulares, que cuenten con un permiso extendido por el Municipio y que no se podrán alojar en viviendas de particulares y tampoco en casas de familiares que estén habitadas.
Los visitantes deberán cumplir las normas preventivas, los horarios y las habilitaciones que rigen para los residentes locales, tanto para la vida cotidiana como para las actividades recreativas y deportivas al aire libre.
Los turistas que comiencen a llegar a Bariloche no deberán aislarse ni antes ni después de la visita, salvo en caso de presentar síntomas o ser contacto estrecho de algún paciente diagnosticado con Covid-19.
Genusso recordó que «también deberán contar con un seguro contra el Covid-19 que les brinde protección en caso de tener que aislarse por una posible cuarentena para no pagar los alojamientos en ese lapso».
La preparación para el verano
En otro orden, el intendente de Bariloche consideró que esta experiencia «servirá para prepararnos para cuando vuelvan los vuelos y para el verano, porque creemos que tenemos que empezar a convivir con la pandemia y lograr la reapertura de la actividad, porque sin turismo la ciudad no vive».
«Es importante, aunque sea en el plano psicológico, que los prestadores comiencen a ver algo de movimiento para que empiecen a pensar que pueden mantener una estructura diseñada para recibir 40 mil visitantes en temporada alta, 20 mil en la media y 15 en la baja y las 400 combis y 120 guías de turismo van a volver a trabajar», agregó.
Por último, el funcionario reconoció que las ayudas del Gobierno nacional «atenuaron el impacto de la crisis en el sector», aunque advirtió que las mismas «no se pueden prolongar mucho más tiempo y hay que empezar a buscar una salida».