Amazon es una de las compañías más importantes del mundo. Fundada por Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo. Además no solo es popular por la cantidad de artículos que allí se pueden encontrar, sino también por su servicio post venta.
Ahora bien, algo extraño está sucediendo cerca de las estaciones de entrega y de reparto de Amazon en los suburbios de la ciudad de Chicago y es que multitud de repartidores están dejando sus teléfonos móviles colgados de árboles.
Por lo visto lo hacen para luchar contra la feroz competencia que existe en este sector.
La cuestión es colocar el dispositivo cerca de la estación donde se originan las entregas, mientras el repartidor espera con su propio smartphone (el cual está sincronizado con el dispositivo de Amazon en el árbol).
Al hacer esto los repartidores aprovechan la proximidad de los teléfonos a la estación, monitoreando constantemente la red de despacho de Amazon. De esta manera es posible ser seleccionado para repartir paquetes antes que el resto de la competencia.
Todo esto viene como consecuencia de la feroz competencia que existe en Estados Unidos. Los trabajadores luchan entre ellos por ser quienes repartan los paquetes y de ahí surgen tácticas tan curiosas.
Estos repartidores de Amazon no son trabajadores que cobran por hora sino que cobran por trabajo realizado. Por eso mismo cuantas más rutas hagan y más paquetes repartan, más dinero ganan.