Su historia se hizo pública horas después del femicidio de Úrsula Bahillo tras un hilo en Twitter desesperado publicado por su hermana Lucía, que es docente.
En este caso, María Eugenia Landaburo, tiene 33 años, y vive junto a su hija «Maru» de 10 años en Acevedo, un pueblo cercano a Rojas.
En este caso, parece volver a repetirse el caso de la desatención de las autoridades ante las denuncias. Es que cuando María Eugenia fue a denunciar a su expareja a la comisaría de Pergamino por violar la restricción perimetral y tras un largo historial de amenazas, nadie le quiso tomar la denuncia.
https://twitter.com/LuciaLandaburo/status/1360058881116938249?s=19
«¿Sabés qué me dijeron? Que no era delito, y no me la tomaron. ¿Cómo puede ser que sigan sin escucharnos?Es peligroso: si me mata, mi hija se queda con él, ¿van a esperar a que nos mate?”, cuestionó la mujer desde las redes sociales.
María Eugenia comenzó su relación con el padre de su hija cuando ella tenía 19 años. Tras cuatro años en pareja, y una hija de por medio, “me separé en 2012, tras una golpiza feroz. Ese día agarré a la nena para que no me siguiera pegando y corrí a la calle”, cuentó.
Fuente 0291 y Telefé