Se llama Santos Condori, es boliviano y desde hace 20 años vive en Argentina. Aún no sabe a ciencia cierta cómo se contagió y reveló que la enfermedad lo hizo «sentir pánico y que me faltaba el aire”.
Santos Condori es uno de las tantas historias que tiene para contar la pandemia de coronavirus, el hombre tiene 44 años y se contagió tres veces: en mayo y junio del 2020 y en abril de este año volvió a contraer el virus. Aún no sabe cómo, aunque no descarta que el desencadenante haya sido en delivery de su casa del Barrio 31 o cuando estuvo interado con síntomas y se alojó en una misma habitación con positivos confirmados.
Condori habló con Infobae sobre su padecimiento y explicó que la segunda vez fue la peor ya que “lo sentí en mi cuerpo por meses. No podía caminar, ni respirar y apenas tomaba agua de a sorbos porque sentía que me ahogaba”. Casi un año después volvió a contagiarse y explicó que se aisló para que ninguno de sus hijos y mujer se contagie: “Por suerte ninguno contrajo la enfermedad en todo este tiempo”, dice tranquilo y con detalles repasa cada uno de los terribles síntomas que tuvo, las sensaciones y lo que describe como “el olor de la COVID”.
“Durante la cuarentena, económicamente, con mi familia la pasamos mal por no poder trabajar porque la construcción estaba frenada y como con mi esposa tenemos cuatro hijos, las cosas se pusieron difíciles. Nos cuidábamos mucho, con todas las medidas que indicaban, pero me contagié y sin saber cómo. Sentía nauseas, tuve diarrea, dolores de cabeza insoportables y mucha acidez. También sentía dolores muy fuertes en todo el cuerpo”, detalló.
Sobre su relato de lo que fue la lucha contra la enfermedad, agregó: “A los 15 días de recibir la primea alta médica, volví a contagiarme”, cuenta casi resignado y repite que tampoco sabe cómo se contagió, pero que esa vez le vio la cara a la muerte. “Sentía pánico, me falta el aire y no podía respirar. El dolor era en todo el cuerpo, llegué a tener 41° de fiebre durante días e insomnio por 15 noches. Bajé 18 kilos, el cuerpo no me respondía, me ardían la espalda, las piernas, las manos, el estómago, vomitaba algo parecido a la grasa y tuve mucha ansiedad y hasta sentí pánico. Fue tan feo que sentí que me moría… Hasta me despedí de mi familia. Seguí por Jazmín Ángeles, mi beba de 3 años. De ella saqué fuerzas”. «Recién en septiembre volví a caminar y en octubre a trabajar, pero me daba pánico estar en el auto, manejar. Sentía falta de aire y aún me costaba respirar», cerró.
En Lo que respecta a su tercer contagio contó que uno de los síntomas fue el de vomitar y contó que “esa especie de grasa que olía a lavandina mezclada con remedios. Le dije a mi esposa que ese es el olor del COVID en el cuerpo porque todas las veces lo sentí. Es un olor muy extraño que me pone en alerta”.
Al finalizar ñe reveló a Infobae cuál es su estado actual: «Me siento muy, muy bien y no le tengo miedo. Por suerte volví a trabajar, siempre con cuidados y con respeto a los clientes aunque lo suelo hacer en departamentos vacíos, pero voy a algunas casas manteniendo la distancia de la gente, que saben por lo que pasé”.