El llamado de los tres países quedó plasmado en una nota de opinión publicada que lleva la firma del canciller argentino; la vicepresidenta de España y el ministro de Relaciones Exteriores chileno.
La Argentina, Chile y España instaron a los países miembros de la Comisión para la Conservación de Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) a lograr los «consensos» necesarios para concretar el «urgente establecimiento» de una de las Área Marinas Protegidas (AMP) en las aguas que rodean al Continente Antártico, «fundamentales» para garantizar el funcionamiento del planeta.
El llamado de los tres países quedó plasmado en una nota de opinión publicada en el portal de la Cancillería argentina que lleva la firma del canciller Felipe Solá; Teresa Ribera, vicepresidenta de España, y Andrés Allamand, ministro de Relaciones Exteriores de Chile.
Bajo el título «El Continente Antártico: el último lugar prístino», el artículo hace hincapié en la importancia de la preservación del Continente Antártico y el océano que lo rodea por ser «fundamentales» para «garantizar que nuestro planeta funcione y sea habitable».
el Continente Antártico «contiene aproximadamente el 90% del volumen total de hielo del mundo y alrededor del 77% del agua dulce del planeta, siendo fundamental para estabilizar nuestro clima y hacer circular los nutrientes vitales que sostienen las poblaciones de peces y otros organismos marinos en todo el mundo».
Remarca, además, que el Océano Austral «elimina grandes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera cuando el kril – pequeñas criaturas parecidas al camarón – absorben el carbono al consumir microalgas y lo excretan hacia las profundidades, en donde es reutilizado por otros organismos en el fondo marino».
El artículo alerta que el Continente Antártico es «una región que se encuentra en la primera línea de la crisis climática, con el hielo marino antártico derritiéndose más rápido que nunca».
«La situación es urgente», advierte, ya que ese «continente es clave para nuestra lucha contra el cambio climático, es el último lugar prístino de nuestro planeta» y subraya que «los efectos asociados al cambio climático en el Océano Austral afectarán los sistemas marinos mundiales y a las comunidades humanas e influyen en los procesos que regulan el clima».
Fuente: Telam