Un equipo de científicos desarrollaron un sensor de COVID que podría detectar si alguien en una habitación está infectado con coronavirus en apenas 15 minutos. La tecnología podría examinar a un gran número de personas en espacios que incluyen cabinas de aviones, residencias de ancianos, aulas y oficinas.
El dispositivo utiliza sensores que pueden detectar un olor distinto que resulta de cambios químicos en la piel o en el aliento de las personas infectadas por COVID-19.
El virus provoca un cambio en los compuestos orgánicos que componen el olor corporal, generando una especie de “huella” en el cuerpo que no puede ser detectada por los humanos, pero que puede ser descubierta por el dispositivo.
El aparato, que se puede ubicar en una pared o en el techo, está programado para enviar resultados a la persona a través de un SMS o correo electrónico.
En las primeras etapas, la investigación de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y la Universidad de Durham, muestra que el dispositivo tiene una tasa de precisión de entre el 98 y el 100%.
Los dispositivos cuestan unos 600 mil pesos argentinos y podrían reducir la necesidad de pruebas PCR frecuentes y flujo lateral a gran escala.
Si estos dispositivos se desarrollan con éxito para su uso en lugares públicos, podrían reducirse los costos.
Cómo fue el testeo
El estudio utilizó muestras de olor corporal de medias usadas y donadas al equipo de 54 personas : 27 personas positivas de COVID-19 que eran asintomáticas o tenían síntomas leves y 27 personas no estaban infectadas.
Durante un período de dos días, los sensores alcanzaron tasas de precisión del 100 por ciento, pero los investigadores dicen que se necesitan hacer más estudios.
Los científicos dicen que los resultados del análisis del aire estarían disponibles en 30 minutos. Si se detecta COVID, todos los que están en la sala tendrían que hacerse pruebas individuales para determinar quién está infectado. Por lo tanto, no estaría diseñado para reemplazar las pruebas PCR, sino más bien para acompañar estrategias que permitan pruebas más específicas, ahorrando dinero y tiempo, y reduciendo la transmisión posterior.
El monitor puede diferenciar entre COVID-19 y otras enfermedades respiratorias, e incluso puede detectar el virus con precisión en personas asintomáticas.
Los investigadores creen que este aparato también podría proteger a las personas contra futuros brotes de enfermedades, con capacidad para desarrollar matrices de sensores para detectar otros trastornos en el plazo de algunas semanas.