Los abusos se iniciaron con tocamientos por debajo de la ropa hasta llegar al acceso carnal, situación que el hombre silenciaba mediante amenazas de muerte hacia ella y el resto de los integrantes de su familia.
El tribunal entendió que el hombre es autor del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado (dos hechos), en concurso real de delitos, por encontrarse el imputado encargado de la guarda y por haber sido cometidos en aprovechamiento de la situación de convivencia preexistente con una menor de 18 años de edad.
Además, el Tribunal ordenó la inmediata detención del imputado.