Como bien se sabe, un chiste es algo subjetivo siendo que hay personas que le puede causar gracia y a otras no. Sin embargo hay uno que se ha llevado la risa de personas en todo el mundo y luego de una investigación se determinó que es el más gracioso.
Fue en el 2001 que el psicólogo Richard Wiseman comenzó con su investigación sobre el humor y fue él quien encontró este chiste. Lo que hizo es realizar una encuesta en el que expuso 40.000 bromas de todo tipo y con una participación de 1,5 millones de personas se realizó la votación.
Las personas votaban con una puntación de 0 a 5 según los chistes aleatorios y se llegó al resultado final con el chiste más votado por todos los participantes de esta investigación. Además, el investigador llegó a conclusiones como que los chistes más efectivos tienen 103 palabras, causan más gracia cerca de las 18:03 hs y los animales más graciosos son los patos.
Pero el chiste ganador es:
Dos cazadores están en el bosque cuando uno de ellos se desmaya. No parece estar respirando y sus ojos están vidriosos. El otro hombre agarra el teléfono y llama al servicio de emergencias. Dice jadeando al operador: “¡Mi amigo está muerto! ¿Qué puedo hacer?”. El operador con un tono de voz calmado y suave le responde: “Tómelo con calma, puedo ayudar. Primero, vamos a asegurarnos que está muerto”. Se hace un silencio, luego se escucha un disparo. De regreso al teléfono, el cazador dice: “Y, ¿ahora qué?”.
¿Te causó gracia? y claro que hay una explicación científica: se trata de la Teoría de la Transgresión Benigna. Con ello se indica que con el humor se lleva a cabo una sensación de seguridad y de inseguridad al mismo tiempo.
Y se afirma con esta teoría es que el chiste debe crear de una amenaza inicial a un divertimento. Pero además, en esta broma se deben cumplir tres instancias: la primera es ser una transgresión insegura de una situación, la segunda es poder darle vuelta a la situación para sentir seguridad y la tercerca es poder tener la inseguridad y seguridad al mismo tiempo.