Es bastante frecuente que mucha gente disfrute de estar en la cama, pero ya es una obsesión cuando todo el tiempo uno busca estar en esa situación de relax. Y tiene un nombre que define este comportamiento como clinomanía o clinofilia.
Hablamos de un trastorno vinculado a la ansiedad, en el que estar en la cama se convierte en una obsesión incontrolable. De hecho, muchos pueden permanecer días acostados sin tener sueño.
Uno de los grandes problemas de quienes sufren de clinomanía es que por su patología son tildados de “vagos” o “asociables”. Y justamente estos calificativos generan aún más daños en torno a lo psicológico.
Quienes padecen de clinomanía desean permanecer reclinados todo el tiempo y esto trae consecuencias físicas en el cuerpo. Por ejemplo, mayor sensación de fatiga, posible aparición de úlceras y gran pérdida de masa muscular.
Otro de los inconvenientes que deben afrontar las personas con una obsesión de estar todo el tiempo en la cama es el de confundirlos con otros diagnósticos comunes como la depresión, la apnea o los trastornos del sueño.
Qué síntomas provoca la clinomanía
– Obsesión por objetos como almohadas.
– Preferencia por los días de mal clima para no salir de casa.
– Procrastinación crónica con todas las actividades dentro y fuera del hogar.
Grupos más afectados
– Tiene mayor incidencia en mujeres de entre 20 y 40 años con cambios hormonales durante el ciclo menstrual.
– Y también en personas mayores, cuando no tienen obligación de moverse de la casa.
Cómo afrontar este patología
No hay una cura, pero sí distintos tipos de tratamientos para lograr que su presencia no impida estudiar, trabajar o desarrollar las actividades de la rutina semanal.
Además del trabajo de psicoterapia y fisioterapia, es recomendable realizar ejercicio físico y adoptar una dieta saludable y equilibrada.