La reparación documental implicará la inscripción de los delitos sufridos, detención, desaparición o asesinato, en la documentación en poder de la UNS sobre sus docentes, no docentes y estudiantes que padecieron persecución por razones ideológicas, política o gremiales, dejando constancia de las verdaderas causales que determinaron la interrupción de su desempeño laboral o estudiantil.
El grupo trabajará en la reconstrucción histórica y reparación documental. Para ello, articulará con el Archivo Nacional de la Memoria, organismos de derechos humanos de Bahía Blanca –como H.I.J.O.S. y la Red por la Identidad- y varios sectores de la propia institución: el proyecto de extensión “Construyendo Memoria, Verdad y Justica en Bahía Blanca. Reparación de legajos y promoción de Derechos Humanos”, el Núcleo de Historia Reciente, la Unidad de Documentación y Archivo de la Subsecretaría de Derechos Humanos, el Archivo de la Memoria y la Biblioteca Central.
“Diez años después, estamos logrando adaptarnos a esa normativa, reconociendo las reales causas por las que estas personas cesaron en sus funciones, siendo víctimas de violaciones a los derechos humanos”, puntualizó el subsecretario de Derechos Humanos de la UNS, Claudio Gallegos.
El articulado de la resolución que determinó ese homenaje fijaba la necesidad de una reparación al conjunto de las víctimas. “Para llevarlo a cabo, hizo falta mucho trabajo y mucha militancia. Y en esta Universidad y en esta ciudad hace mucho que se viene militando y trabajando al respecto”, señaló el funcionario.