Las autoridades locales están realizando un análisis para determinar el origen del hedor que sorprendió a los habitantes de la capital francesa.
«El olor a azufre ha sido reconocible, pero la concentración era muy, muy baja», señaló Emmanuel Grégoire, vicealcalde de París.
Por su parte, la Prefectura de Policía ha tomado muestras para tratar de identificar el origen del olor. Los resultados de los análisis se conocerán este lunes, según apuntó Grégoire.
Por el momento, se consideran dos hipótesis. La primera, que se trate de «la fuente de saneamiento de las aguas residuales». La segunda, que sea «una nube de dióxido de azufre procedente del extranjero», explicó Grégoire.
«Huevo podrido»
Un olor a «huevo podrido» se ha podido sentir en la madrugada del domingo en el norte de París, según el testimonio de varios usuarios de las redes sociales.
Los bomberos de la capital francesa recibieron numerosas denuncias por el hecho, sin poder dar una explicación al fenómeno. Las alertas han llegado incluso de zonas lejanas a la capital como Melun, a 50 kilómetros al sur de París, o en Meaux, a 50 kilómetros al este.