El retroceso tuvo que ver con la aparición de alguna imprudencia, nuevos casos que determinaron el aislamiento de un barrio o de un pueblo entero, e incluso en una región o municipio.
Es el caso de Trelew, la segunda ciudad más poblada del Chubut, que debió retroceder en el «proceso de desconfinamiento» tras subir de 2 casos a 8 positivos de coronavirus la semana pasada y declararse como sospechosa de «circulación comunitaria» del virus.
Por eso, se retrotrajeron las actividades a las esenciales, prohibiendo así las salidas de esparcimiento y deportivas que se habían permitido.
En Santa Fe, el aislamiento social volvió a la fase 1 en la ciudad de Villa Ocampo, donde el 30 de mayo fue confirmado el caso de un comerciante de 49 años que dio positivo a coronavirus, al que se sumaron, dos días después, 3 familiares directos.
Por eso, el gobierno provincial declaró a la ciudad en cuarentena sanitaria, por lo cual quedaron suspendidas todas las excepciones al aislamiento social.
También en Santiago del Estero, se aisló esta semana a toda la ciudad de Suncho Corral, luego de que se detectara que una empleada municipal, que se ocupaba de la limpieza en el centro de aislamiento, compartió mates con una mujer aislada, quien horas después recibió el resultado positivo de coronavirus.
Por esta «irresponsabilidad», desde el Gobierno provincial se dispuso el inmediato aislamiento de toda la ciudad, enviaron a la misma personal policial y sanitario, con el objetivo de evitar la propagación del virus; y la empleada municipal fue detenida por infringir el delito previsto en el artículo 205 del código penal, y quedó a disposición de la justicia.
En Jujuy, culminó el miércoles por la noche el retroceso a la fase 1 de la cuarentena en dos pueblos del este: Fraile Pintado y Calilegua, que habían sido aislados el miércoles pasado al confirmarse el sexto caso positvo de coronavirus en Jujuy, un camionero residente de Pintado que debía cumplir con cuarentena obligatoria y circuló también por Calilegua.
Por su parte, la provincia de Corrientes se encuentra atravesando la fase 5 de la cuarentena desde el 26 de mayo, cuando el gobernador Gustavo Valdés anunció medidas de flexibilización para la actividad de bares y la habilitación de reuniones sociales de hasta 10 personas.
Sin embargo, cuatro días después, Valdés dispuso que la localidad de Mocoretá volviera a fase 1, tras detectarse 2 casos positivos de Covid-19 de personas provenientes de Buenos Aires.
En Salta, hasta la semana pasada se registraban 7 casos de coronavirus, todos importados, pero un camionero que llegó a la ciudad de Orán, luego de transitar por zonas de circulación de alto riesgo en el país, se convirtió en el octavo caso que generó, a su vez, otros 5 pacientes contagiados, todos por contacto directo, mientras que unas 40 personas quedaron aisladas y 25 hisopados realizados en torno a este caso resultaron negativos.
En tanto, el martes el jefe de Vigilancia Epidemiológica de Salta, Francisco García Campos, confirmó la detección de otros 7 casos de la enfermedad, todos de gente que llegó a Salta, proveniente de distintos puntos del país. Uno de esos casos se registró en Cafayate, otros 2 en la localidad norteña de Aguaray, y los 4 restantes en la capital provincial.
El hecho de pasar de 7 a 20 casos de coronavirus en la provincia motivó al gobierno a repensar la decisión de habilitar el turismo interno y otras medidas de excepción que se estaban trabajando, mientras se analiza en profundidad la situación epidemiológica.
(Télam)