Bahía Blanca quedó marcada por el caso de Micaela Ortega. Una niña que creía chatear con una chica de su edad pero lamentablemente, quien se encontraba del otro lado de la pantalla era Jonathan Luna, que arrebató su inocencia la madrugada en abril del 2016.
¿Cuánto sabés sobre cómo se sienten los niños y jóvenes en el espacio digital?¿Lográs escuchar y comprender sus experiencias?¿Sabés cómo acompañarlos? Actualmente, se ha registrado un aumento de casos de grooming y cyberbullying en las redes. Sin embargo, a su par incrementaron las denuncias, y de allí la importancia de la prevención.
Responsabilidad Digital junto a la Fundación Ser y Hacer se encargan de realizar charlas en Bahía Blanca y la zona, dirigidas a niños, jóvenes y adultos, para informar y, sobre todo, prevenir sobre los peligros de las redes sociales.
«El objetivo es informar y acompañar a los niños y adolescentes. Tratamos de explicar que les pueden mentir desde su fecha de nacimiento hasta con las fotos para hacerlos creer que están interactuando con alguien de su edad», explicó a 0291 Romina Cavallo, integrante de RD y agregó que «intentamos abocar en los sentimientos del chico conforme pasa la charla, cómo se sienten con lo que vamos explicando y trabajarlo desde allí».
¿CÓMO DEFINIR EL CIBERBULLYING?
Es el hostigamiento a través de medios informáticos como redes sociales, chat, correo electrónico o sitios web. Consiste en molestar, amenazar, humillar o acosar a una persona utilizando dichos medios. Las formas más comunes son la difusión de falsos rumores, videos o fotos humillantes, y la creación de perfiles o sitios para agredir a la víctima.
Generalmente, los afectados son personas vulnerables que son vistas como “diferentes” por quien las molesta. El cyberbullying se expande viralmente por la web y puede ser difícil de detener. Además, puede que las agresiones permanezcan en el ciberespacio durante mucho tiempo, por lo que afectan a largo plazo a quien las sufre.
En cuanto a las familias, desde la red intentan transmitir que debe existir una charla previa con el menor, antes de habilitar una red social y siempre mantener viva esa «comunicación» para que sientan confianza de contar si son víctimas o victimarios de algún hecho en internet.
CASOS REALES
R, de diez años, descubrió que una compañera de escuela había creado un perfil de Facebook “Odiemos a R”, que rápidamente tuvo cinco mil adherentes que dejaban burlas, insultos y memes sobre ella. Pese a los esfuerzos de la madre de R, Facebook se negaba a eliminar la página. Una situación similar se dió con G, que fue víctima de burlas e insultos en redesi, en un perfil falso creado por un compañero con fotomontajes para burlarse de él. C fue filmado mientras unos compañeros lo golpeaban y humillaban, y el video subido a Youtube, con miles de visitas y comentarios con burlas e insultos. Casos de este tipo son más frecuentes de lo que pensamos. Suelen terminar con un fallo judicial a favor de las víctimas, y sin embargo, muchas de esas páginas o videos continúan online tiempo después, prolongando el daño a las víctimas, con consecuencias sociales, psíquicas y emocionales de extrema gravedad.
Cavallo además mencionó la importancia de un proyecto del senador bahiense Marcelo Feliú que busca darle a los jueces una herramienta para poder actuar ante situaciones donde, a través de medios digitales, se daña a sectores vulnerables de la sociedad, en especial a niños, niñas y adolescentes. “Cada año aumenta el número de personas en el mundo víctimas de acoso en internet. La cifra es especialmente alta entre niños, niñas y adolescentes, y sus consecuencias son de extrema gravedad”, señaló el senador autor de la iniciativa.
Para solicitar charlas a niños a partir de 9 años hasta adolescentes de 18, docentes y familias escribir al mail [email protected].