Luego de varios trascendidos sobre un posible viaje al país en 2024, el Sumo Pontífice habló del tema con sus allegados más íntimos y dijo que nada lo condiciona para decidir si vendrá o no
Jorge Bergoglio cumplió en 2023 diez años como jefe de la Iglesia Católica y en este año creció con fuerza la versión de que Francisco finalmente vendría a la Argentina en 2024.
Todo se aceleró este martes, cuando el diario católico francés La Croix publicó, citando una fuente del Vaticano, que Francisco solo visitaría la Argentina si el ganador de las elecciones resultara el actual ministro de Economía. Ante esto, el jefe de la Iglesia se disgustó y, en un diálogo con sus allegados más íntimos, desmintió que un viaje al país esté vinculado al proceso electoral que culminará el 19 de noviembre.
“Mi visita a la Argentina no depende del triunfo de ningún partido o derrota”, dijo, tajante, ante sus interlocutores. Y agregó que ni él ni su agenda están condicionados por algo partidario. “Nada me condiciona para decidir”, afirmó.
En este breve intercambio, también habló sobre quienes desde Argentina fomentan la visita sin su autorización: “Me siento muy incómodo con los curas que pasean por los medios hablando en mi nombre”.
A pesar de su enojo, Francisco no desestimó una visita. Simplemente le disgusta que se lo asocie al triunfo o derrota de alguno de los candidatos a la Presidencia. De hecho, el 28 de noviembre viajará a Roma el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, quien además trabaja en el Dicasterio para los Obispos en el Vaticano, una suerte de consejero del Papa, y dentro de la Iglesia muchos creen que hará un trabajo informal para convencer al Sumo Pontífice de venir.
Si bien no hay certezas sobre cuándo podría venir Francisco, un mes tentativo que manejan en la Iglesia sería marzo.
(Infobae)