Nuevos estudios revelan una tendencia significativa hacia el aumento del índice de masa corporal en los primeros cinco años de matrimonio. Claves para mantenerse saludable y evitar la obesidad, según una especialista.
¿Escuchó alguna vez el chiste sobre el “efecto matrimonio” en los hombres? Es esa broma recurrente que sugiere que, una vez que ellos dicen “sí, quiero”, también están diciendo “sí, a unos kilos de más”. Específicamente, hasta el día de la boda, los hombres se esfuerzan por estar en su mejor forma, pero una vez que pasa la luna de miel, las cosas pueden cambiar. ¿Qué sucede exactamente después de esa fecha especial que hace que la aguja de la balanza se incline hacia la derecha? ¿Hay algo más que humor detrás de este fenómeno comúnmente observado? Resulta que la ciencia tiene algunas respuestas interesantes que explican por qué los hombres parecen tener una tendencia a ganar peso después de dar el gran paso hacia el matrimonio.
Un estudio reciente publicado en la revista Economics & Human Biology, al que la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes tuvo acceso, explica cómo el matrimonio puede influir en el peso corporal y revela que los hombres tienen más probabilidades que las mujeres de ganar peso después de casarse.
La investigación, llevada a cabo por expertos de la Academia China de Ciencias Sociales, analizó datos de diez rondas de la Encuesta de Salud y Nutrición de China, abarcando un período desde 1989 hasta 2015. Los resultados mostraron un efecto significativo en el índice de masa corporal (IMC) entre los hombres, particularmente en los primeros cinco años después del matrimonio.
Específicamente, los hombres tendían a comer más y hacer menos ejercicio a medida que avanzaba su matrimonio. En ese sentido, enfatiza la importancia de mantener hábitos saludables después del matrimonio para evitar el riesgo de obesidad.
Es importante tener en cuenta que los resultados pueden variar culturalmente.
“Los hábitos alimentarios pueden verse afectados por la carga laboral, especialmente cuando no hay opciones saludables disponibles en el lugar de trabajo. Esto puede llevar a decisiones apresuradas y menos saludables, como optar por comidas rápidas y ricas en carbohidratos”, dice a la Agencia de noticias científicas de la UNQ Mariángeles Espiño, especialista en Nutrición y Diabetes, jefa del Servicio de Nutrición del sanatorio Trinidad Quilmes. Y detalla que, por ejemplo, el regreso a casa puede ser un momento de ansiedad, cansancio y estrés, lo que puede provocar comportamientos compulsivos y una ingesta descontrolada de alimentos, especialmente de alto contenido calórico y bajo valor nutricional.
En cuanto a los hábitos alimentarios, es importante planificar y elaborar comidas saludables con anticipación para evitar decisiones impulsivas y poco saludables. “Preparar los ingredientes con antelación, puede ser útil para ahorrar tiempo y facilitar la elaboración de comidas nutritivas en casa. Además, es crucial buscar opciones económicas y saludables para lo que se coma fuera de casa, priorizando alimentos frescos y nutritivos sobre opciones procesadas y poco saludables”, enfatiza la especialista.
Con todo, el amor y el peso corporal son solo una parte de la compleja ecuación de la vida humana. Si bien es interesante explorar la interacción entre estos dos aspectos no hay que perder de vista la individualidad y la diversidad de experiencias que cada persona aporta a una relación.
Fuente: 0291 y Universidad de Quilmes