Entre las postales artísticas más recordadas del megafestival aparece la memorable actuación de la banda inglesa, considerada una de las mejores de la historia.
Un 13 de julio de 1985 se organizó el Live Aid el impresionante concierto celebrado en el estadio de Wembley, de Londres, y el John F. Kennedy Stadium, de Filadelfia. Convocados por Bob Geldof más de 70 megaestrellas mundiales del rock y pop se reunieron en escenarios simultáneos para protagonizar el concierto benéfico más importante de la historia, con el objetivo de ayudar a combatir la hambruna en África.
Paul McCartney, Mick Jagger, Keith Richards, Bob Dylan, Led Zeppelin, Black Sabbath, The Who, The Beach Boys, David Bowie, Elton John, Eric Clapton, Sting y Queen fueron algunos de los nombres que dijeron presente en alguno de los dos escenarios, que congregaron un total de 200 mil espectadores, en una maratónica jornada que logró recaudar unos 100 millones de dólares y fue seguida por televisión en 72 países.
Pero la grilla también incluyó a las más importantes y ascendentes estrellas pop del momento como Madonna, U2, Wham!, Duran Duran, Spandau Ballet, Tears for Fears, Boy George y Paul Young, entre otros. Esto posibilitó ver en vivo a figuras que hasta el momento llegaban a los oídos y ojos del público mundial a través de la novedosa y pujante industria del videoclip.
Entre las postales artísticas más recordadas aparece la actuación de un revitalizado Queen, considerada una de las mejores en vivo de una banda de rock en la historia. La banda inglesa dio un recital memorable, que luego fue retratado de manera idéntica en la película Bohemian Rhapsody.
A diferencia de la película, en realidad la banda nunca se había separado, y Freddie Mercury no supo que tenía VIH hasta dos años después, en 1987. Ese show plasma de manera perfecta el excelente manejo que tenía el líder de «La Reina» del público, con el famoso «Ay-Oh», una serie de cánticos acapella que hacía que los espectadores repitan.
El recital duró tan sólo 20 minutos. Aunque parezca muy poco, fueron más que suficientes para anotarse en la historia de la música como uno de los conciertos más memorables de todos. En su entrada, la banda comenzó con la que posiblemente sea su canción más icónica: Bohemian Rhapsody.
También hubo algunas memorables alianzas, como la de David Gilmour y Brian Ferry; Sting con Branford Marsalis y Phil Collins; este último con Led Zeppelin; George Michael con Elton John; Dylan con los stones Ron Wood y Keith Richards; y Paul McCartney con Pete Towshend y David Bowie en una versión de «Let it be».
Pero también hubo algunos «bochornos» a gran escala, como la decepcionante actuación de Led Zeppelin, considerada por sus mismos integrantes como «la peor en su historia»; o el triste deambular por el escenario de un Boy George que atravesaba uno de sus picos de adicción a la heroína.
El Live Aid contó con una grilla de artistas nunca vistos en un encuentro solidario, además de haber sido seguido por una cantidad de público inusual para un concierto de rock.
El megafestival tuvo sus réplicas en 2005 y 2007, en dos ediciones con atractivos como las reuniones de Pink Floyd y de The Police, respectivamente; pero no logró recuperar la mística de 1985.
(Con información de Télam y Bae Negocios)