El 29 de octubre se celebra el Día Mundial del ACV (Accidente Cerebrovascular), una fecha destinada a concientizar sobre una de las principales causas de discapacidad y mortalidad en el mundo. En Argentina, ocurren entre 130,000 y 190,000 ACV al año, lo que equivale a un episodio cada 4 minutos, y aproximadamente un tercio de estos son fatales. Además, el 77% de los ACV son primeros eventos, lo que subraya la importancia de la prevención.
Un ACV sucede cuando un vaso sanguíneo que suministra sangre al cerebro se bloquea o se rompe, causando que las células cerebrales mueran rápidamente por la falta de oxígeno. Existen dos tipos principales: el isquémico, debido a una obstrucción, y el hemorrágico, causado por una ruptura de un vaso sanguíneo.
Para prevenir un ACV, se recomienda controlar los factores de riesgo modificables, como la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, el colesterol alto, y mantener una dieta saludable y actividad física regular. Hasta el 80% de los ACV podrían prevenirse siguiendo estas medidas.
Algunos de los síntomas de alerta incluyen dificultad para hablar, pérdida de la visión en un ojo, entumecimiento o debilidad en un lado del cuerpo, dolor de cabeza súbito y pérdida del equilibrio.
Ante estos síntomas, es crucial actuar rápidamente y acudir a un centro de salud, ya que en ciertos casos se puede administrar un tratamiento dentro de las primeras horas para reducir el daño.