Permitiría ser utilizado en regiones de escasos recursos, sin acceso a alta tecnología. Detecta la posible presencia de compuestos o sustancias químicas y sus cantidades.
En un trabajo en conjunto con investigadores de la Universidad de Alicante, España, investigadores de la UNS idearon, mediante una impresora 3D, un dispositivo que permite la realización de varias determinaciones analíticas de manera fácil y remota.
A través de un celular, se pueden realizar técnicas comúnmente utilizadas para hacer análisis de rutina y así determinar la cantidad de sulfatos en aguas de consumo o la presencia de sustancias químicas en gaseosas, entre otros, según explicó Ezequiel Vidal, tesista del departamento de Química.
“Las principales ventajas son que permite realizar análisis en el lugar sin tener que llevar la muestra a un laboratorio, también que su costo es muy bajo por lo que es sumamente accesible; su tamaño es pequeño siendo fácil de transportar y los resultados obtenidos con este sistema son comparables a los de instrumentos convencionales de laboratorio”, agregó.
“Para validar un nuevo dispositivo, se probaron la determinación de sulfato y quinina, aplicando las técnicas instrumentales de turbidimetría y de fluorescencia molecular, respectivamente. Una alta concentración de sulfato en el agua potable puede causar enfermedades gastrointestinales en los niños. La quinina se usa en la industria de gaseosas, en bebidas tónicas. Este alcaloide tiene una variedad de beneficios terapéuticos, como analgésicos, antipiréticos y antipalúdicos. Sin embargo, las concentraciones plasmáticas excesivamente altas de este compuesto pueden causar varios trastornos de salud.
“Para la determinación del sulfato, se analizaron cinco muestras de diferentes orígenes: agua subterránea de surgente, agua de la corriente de Napostá, agua subterránea de Bahía Blanca y agua potable de San Miguel Arcángel y de Coronel Suárez. En el caso de las gaseosas, se utilizaron cinco marcas de tónicas. En ambos casos, con resultados por debajo de los valores máximos permitidos por la Directiva 98/83 / CE del Consejo Europeo”, acotó.
“Es el diseño de un dispositivo portátil, creado con una impresora 3D, que se acopla a un teléfono celular, utilizando la cámara de éste como elemento de captura. Se empleó un teléfono inteligente Motorola Moto G 5 Plus equipado con una cámara de 12 MPixel para capturar las fotos, y se utilizó el software gratuito ImageJ 1.50i para analizarlas”, indicó Vidal.
El desarrollo del dispositivo y los estudios para comprobar su funcionamiento llevaron aproximadamente seis meses. El resultado es parte de la tesis doctoral de Vidal y las pruebas de laboratorio fueron realizadas íntegramente en la UNS. Una vez adquiridos los datos, fueron discutidos por medios online entre ambos grupos de trabajo. En el caso de la UNS, el equipo estuvo integrado por el bioquímico Vidal, y las doctoras Anabela Lorenzetti y Claudia Domini, del citado Departamento Académico de la UNS. Por parte de la Universidad de Alicante, tomaron parte los doctores Miguel Ángel Aguirre y Antonio Canals
(FUENTE: PRENSA UNS)