Contiene cloripirifos, un insecticida utilizado para el control de plagas en soja, maíz, trigo y cebada.
Un grupo de investigadores argentinos comprobó que el agua de Claromecó y Tres Arroyos contiene niveles de una sustancia agrotóxica muy por encima de lo recomendado.
El informe, que fue publicado días atrás en la revista del rubro Environmental Toxicology and Chemistry, señala que el agua potable de ambas localidades contiene cloripirifos, un insecticida utilizado para el control de numerosas plagas en cultivos de soja, maíz, trigo y cebada, y que en altas dosis constituye una amenaza para la salud humana.
Según consignó el matutino Página 12, el tóxico —de venta libre— puede desencadenar desde incoordinación motora hasta muerte por asfixia. A niveles —supuestamente— inofensivos, ocasiona retraso en la maduración embrionaria, deterioro del crecimiento y de la reproducción, cambios comportamentales y neurológicos, deformidades y mortalidad a largo plazo.
Al respecto, Melina Alvarez, doctora en Biología y docente-investigadora en la Universidad Nacional de Hurlingham y en la Universidad Nacional de Moreno, manifestó que la sustancia se utiliza de manera masiva para los cultivos de la Pampa Húmeda, y así afecta a la fauna acuática.
“El problema extra es que perjudica a la salud humana, principalmente, al sistema nervioso central. El procedimiento es así: afecta a una enzima denominada acetilcolinesterasa, que es la encargada de actuar en el área neuronal y controla a un neurotransmisor. En resumidas cuentas genera un envenenamiento tóxico, en la medida en que bloquea la transmisión correcta de los impulsos nerviosos. Ello provoca incoordinación motora y podría causar la muerte.”, sostuvo.
“Se deberían corregir estos valores de referencia porque quedaron viejos, desactualizados”, sostuvo.