Buscan adquirir las dosis que no se aplican en ese país y quedan en depósito.
El presidente Alberto Fernández comenzó a negociar con su par de Estados Unidos, la compra de vacunas de AstraZeneca que se fabrican en ese país.
Actualmente AstraZeneca tiene en West Chester -Ohio- y Baltimore depósitos con más de 50 millones de dosis que se pueden utilizar y aún aguardan el permiso de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, su sigla en inglés) para su aplicación masiva en los Estados Unidos.
Según la información oficial la Casa Blanca privilegió la distribución de las vacunas Pfizer-BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson, y no autorizó la exportación de las millones de dosis de AstraZeneca y quedan depositadas sin utilizar cuando América Latina y Europa sufren un fuerte desabastecimiento frente a la irrupción de la segunda y tercera ola del COVID-19.
El presidente instruyó a a Jorge Arguello, embajador argentino en DC, y a Felipe Solá para que encuentren un camino hacía la adquisición de las vacunas de AstraZeneca que no se aplican en Estados Unidos. Ese trabajo conjunto desembocó en la conversación que el canciller mantuvo con Blinken, una pieza clave de la administración de Biden.
En un diálogo entre las partes se avanzó sobre la posibilidad de acceder a los millones de vacunas de AstraZeneca que permanecen inmóviles en los depósitos de Ohio y Baltimore. Blinken escuchó con atención al Canciller y quedó en contestar lo más rápido que se pueda.