En la actualidad, varios automóviles clásicos se consideran verdaderas reliquias y cuestan millones de dólares. Sin embargo, los coches nuevos, por muy innovadores que sean, no suelen pasar la barrera de los miles de dólares. Esto se vio alterado cuando la empresa británica de automóviles Rolls-Royce dio a conocer su más reciente creación: el Boat Tail.
Este coche fue hecho a medida para un cliente y no está a la venta. Pero la empresa asegura que cuesta 28 millones de dólares, lo que lo convertiría en el automóvil nuevo más caro del mundo y le arrebataría el puesto al Sweptail, del 2017, también fabricado por la firma para otro cliente.
«Los clientes de Rolls-Royce Coachbuild están íntima y personalmente involucrados en cada paso del proceso creativo. Trabajamos en armonía con el cliente para adquirir una fluidez total en los matices de su carácter y personalidad. Traducimos estas cualidades en los elementos con los que desean imbuir su encargo», asegura la compañía.
«Solo la Casa de Rolls-Royce puede ofrecer a sus clientes la oportunidad de encargar un producto de importancia histórica, que sea único como ellos, y luego participar en cada detalle de su creación», agregó.
El Boat Tail, a simple vista, no parece ser demasiado extravagante. Pero basta con abrir el maletero para darse cuenta de que no se trata de un coche normal. En su interior hay dos refrigeradores hechos a medida para albergar botellas de champán.
Además, el maletero también cuenta con una sombrilla desplegable y con mesas de cóctel que se abren «con una elegante rotación que imita el ofrecimiento de un camarero«.
Por otro lado, en la guantera del automóvil hay una división especial para un reloj suizo Bovet 1822 de diseño exclusivo.
«Este es un auténtico lujo. Este es el patrocinio contemporáneo en su forma más auténtica. Esto es Rolls-Royce Coachbuild», concluyen los ejecutivos de la marca.
Fuente 0291 y rt