En Brasil, la enfermedad causó desde marzo la infección de más de 4,4 millones de personas y la muerte de más de 135.000.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, volvió a minimizar el impacto y los cuidados frente al Covid-19 al destacar que la producción agropecuaria no se detuvo durante la pandemia.
«Ustedes no pararon durante la pandemia, no entraron en esa pavada de que ‘hay que quedarse en casa, que la economía viene después’, eso es para débiles; el virus, siempre lo dije, era una realidad y teníamos que enfrentarlo, nada de acobardarse frente a lo que no podemos escapar«, dijo el mandatario a productores rurales.
Lo hizo durante un discurso en Sorriso, uno de los polos agropecuarios más ricos del país, centro de producción de la soja brasileña y bastión político en 2018 del bolsonarismo.
Bolsonaro había dicho que la enfermedad llevaba a la muerte a los más «débiles» y en julio pasado, tras superar el Covid-19 él mismo, sostuvo que los periodistas son «cagones» que no soportarían enfrentarla.
El jefe del Estado dijo que gracias a los productores rurales «se evitó que Brasil entrara en un colapso económico y de seguridad alimentaria».
Mientras tanto, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) autorizó a Pfizer a duplicar, hasta 2.000, el número de voluntarios para probar la vacuna que está desarrollando junto a la empresa alemana BioNTech.
Esta semana, la Anvisa también autorizó al laboratorio AstraZeneca a duplicar, hasta 10.000, la cantidad de voluntarios para los ensayos de la vacuna que desarrolla junto a la universidad británica de Oxford.
Por otra parte, el alcalde de Manaos, Arthur Virgilio Neto, decretó hoy el regreso de la ciudad a la «situación de emergencia», aunque descartó un confinamiento absoluto, y pidió a los fiscales de vigilancia sanitaria que refuercen el control de bares y restaurantes.
Brasil es el tercer país con más casos confirmados de coronavirus y el segundo con más muertes por la enfermedad en todo el mundo desde el comienzo de la pandemia, según la universidad estadounidense Johns Hopkins.
(Télam)