En un mundo donde la depresión afecta a más de 280 millones de personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), encontrar formas efectivas de prevenir y tratar este trastorno se convirtió en una prioridad global.
Entre las estrategias disponibles, el ejercicio físico destaca como un aliado poderoso en la mejora de la salud mental. Investigaciones recientes subrayan que actividades como caminar, practicar yoga o realizar ejercicios aeróbicos no sólo contribuyen al bienestar físico, sino que también desempeñan un papel crucial en la reducción de los síntomas depresivos.
Un metaanálisis reciente, publicado en JAMA Network Open, analizó los datos de 33 estudios con más de 96 mil adultos y encontró que aumentar el número de pasos diarios está asociado con menos síntomas de depresión. Incluso un incremento modesto, como caminar 1000 pasos adicionales al día, puede reducir el riesgo de depresión en un 9%.
El ejercicio físico no es una cura mágica para la depresión, pero actúa como un complemento esencial en el tratamiento integral del trastorno. Los beneficios documentados incluyen la liberación de neurotransmisores como las endorfinas, conocidas como las “hormonas de la felicidad” y la serotonina, que mejoran el estado de ánimo. Infobae