Internet Explorer, que logró controlar el 95% del mercado de los navegadores a principios del 2000, será finalmente retirado este miércoles.
En su lugar, Microsoft operará de forma exclusiva con Edge, que es más «seguro y moderno» e integrará los sitios web y aplicaciones basados en el antiguo explorador.
«El cambio era necesario, pero no queríamos dejar atrás aplicaciones y sitios fiables y que aún funcionan», detalló la compañía.
Microsoft explicó que Edge no solo ofrecía mayor seguridad y era más moderno que su predecesor, sino que también garantizaba «la compatibilidad con sitios web y aplicaciones antiguas y heredadas de otros programas».
El Microsoft Edge tiene el modo Internet Explorer integrado, por lo que puede acceder a esos sitios web y aplicaciones antiguos basados en Internet Explorer directamente desde Microsoft Edge.
Así, la compañía reconoció que la última versión disponible de su navegador dejaría de utilizarse a partir de hoy para dar paso a Microsoft Edge como principal navegador web desarrollado por Microsoft.