Desde hoy el Gobierno nacional habilitó los eventos religiosos en lugares cerrados con un aforo máximo del 30% en las zonas de alto riesgo epidemiológico y en situación de alerta sanitaria.
Se deberá garantizar el cumplimiento de las medidas para disminuir el riesgo de contagio de COVID-19 y de los protocolos vigentes en cada jurisdicción.
Esta decisión se da luego de que diferentes credos el país le reclamarán a la Secretaria de Culto una vuelta a las Iglesias.