Cada primer martes de mayo se conmemora el Día Mundial del Asma, una jornada impulsada por la Iniciativa Global para el Asma (GINA) con el objetivo de concientizar sobre esta enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo.
En Argentina, se estima que entre 3,5 y 4,5 millones de personas padecen asma, según datos del Ministerio de Salud de la Nación y de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC).
El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias, caracterizada por episodios de dificultad respiratoria, tos, sibilancias y opresión en el pecho. Aunque puede manifestarse en cualquier etapa de la vida, comienza habitualmente en la infancia, y su prevalencia ha ido en aumento en las últimas décadas, tanto en países desarrollados como en desarrollo.
Uno de los principales desafíos que plantea el asma es el subdiagnóstico y el mal control de la enfermedad. En Argentina, más del 40% de los pacientes no tiene un control adecuado, lo que incrementa los riesgos de crisis asmáticas severas, internaciones y deterioro en la calidad de vida. La falta de adherencia al tratamiento, la exposición a factores desencadenantes como el humo del tabaco, los alérgenos ambientales y la contaminación del aire son factores que inciden negativamente en su evolución.
“El asma bien controlada permite llevar una vida completamente normal. El problema es que muchos pacientes no siguen correctamente el tratamiento o no consultan a tiempo”, explica la Dra. María José López, neumonóloga y miembro de la AAAeIC.
El lema de GINA para este año es “Educación para controlar el asma”, reforzando la importancia del diagnóstico precoz, el seguimiento médico adecuado y el acceso a tratamientos eficaces. En Argentina, el Programa Nacional de Enfermedades Respiratorias Crónicas trabaja en la provisión de medicación gratuita a través de los sistemas de salud pública, especialmente en poblaciones vulnerables.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el asma afecta a más de 260 millones de personas en el mundo y causa cerca de 460.000 muertes anuales, muchas de ellas evitables con un tratamiento adecuado.
En el contexto del Día Mundial, distintas organizaciones profesionales y hospitales del país realizan jornadas de concientización, controles gratuitos y actividades educativas para pacientes y familiares. El mensaje principal es claro: el asma puede ser controlada y no debe limitar la vida de quienes la padecen.