Su deceso se produjo este sábado a causa de una infección de Coronavirus. Fue uno de los primeros Oceanógrafos Geológicos del país. Había obtenido su título en la UNS y rápidamente ingresó a la investigación científica hasta llegar a Investigador Principal del CONICET. Actualmente era Director del Instituto Argentino de Oceanografía, dependiente de dicho organismo y esta Casa. También fue docente de la Facultad Regional Bahía Blanca de la Universidad Tecnológica Nacional.
El doctor Gómez se destacó por sus múltiples trabajos en transporte de sedimentos tanto en ambientes marinos como continentales, variaciones del nivel medio del mar (con avances que contradecían las normas generales) y en geomorfología de lagos profundos, entre otros temas por demás interesantes. En particular, sus estudios demostraron los efectos que han tenido los terremotos en los deslizamientos y el desarrollo de tsunamis en lagos. Publicó en coautoría un libro, casi una decena de capítulos de libros y más de 120 trabajos científicos en revistas de primer nivel internacional.
Las autoridades de la UNS, del CONICET y del IADO expresaron su profundo dolor por tan sensible pérdida: «Más allá de su relevante carrera académica y la formación de recursos humanos, todos seguramente lo recordaremos por su forma de ser campechana pero directa y por sus bellísimas peceras que decoraban su oficina y la biblioteca del IADO», destacaron la doctora Cintia Piccolo, ex directora del IADO, y el doctor Gerardo Perillo, su director de tesis doctoral.
«Eduardo fue fiel a sus principios y su personalidad, que le sirvieron para que se pusiera al hombro al IADO en sus momentos más complejos, tanto luego del incendio de diciembre de 2018 y ahora con la pandemia que, en definitiva, se lo llevó», agregaron ambos.