Esta postura de dormir con una pierna fuera, además de ser cómoda para muchos, ayuda a descansar mejor porque regula la temperatura corporal.
La psicóloga estadounidense, Natalie Dautovich, analizó la relación entre temperatura y sueño, y llegó a la conclusión de que se duerme mejor en invierno que en verano.
Según la experta de la Fundación del Sueño de Estados Unidos, la temperatura ideal para dormir es de entre 16 a 20 grados. Cuando la temperatura corporal se enfría, el cerebro se prepara para dormir.
Si se alcanza esa temperatura, será un sueño reponedor y regular y posiblemente no nos despertaremos de manera intermitente. Siendo un gran beneficio para la salud.
Eso sí, si antes de dormir se realizó una actividad específica o si se ingirió algún tipo de alimentos o bebió algún líquido, eso afectará nuestra temperatura de cuerpo y nuestra capacidad de conciliar el sueño.
Si hay exceso de frío o de calor, el cuerpo buscará reajustar la temperatura, también llamado termorregulación corporal, algo que el organismo hace de forma natural. Y los pies son una pieza clave en todo esto.
Detalles de dormir con una pierna fuera
Según la American Medical Association, la temperatura corporal normal puede oscilar entre 36,5 y 37,2ºC. Esta puede variar dependiendo del sexo, la actividad reciente, el consumo de alimentos y líquidos, la hora del día, y en las mujeres, también de la fase del ciclo menstrual.
En paralelo, un estudio publicado en Aviation, Space and Environmental Medicine, expuso que la cabeza, las manos y los pies poseen una gran cantidad de vasos sanguíneos cercanos a la superficie.
En tanto, dormir con una pierna fuera puede ser beneficioso si se necesita regular la temperatura y casi que no hay contraindicación, salvo que bajen muchos grados en el ambiente donde se duerme y sea causante de “tomar” frío.
Fuente 0291 y 100