El militante de izquierda Sebastián Romero, acusado de disparar un mortero durante la marcha contra la reforma previsional el 18 de diciembre de 2017 y extraditado desde Uruguay en junio del año pasado, es precandidato a senador por la provincia de Santa Fe.
Romero integra la lista del Partido Socialista de los Trabajadores Unificado que participará en la interna del Frente de Izquierda y de los Trabajadores.
«Hoy soy el único candidato preso político que hay en Argentina, pero no soy el único preso politico, teniendo en cuenta que tenemos a Milagro Sala y Luis D’Elia», sostuvo Romero.
El ahora candidato apuntó contra el Gobierno de Mauricio Macri al señalar que fue perseguido, pero también al de Alberto Fernández.
«Todos fuimos perseguidos por el gobierno anterior, que nos persiguió, nos empobreció y nos dejó sin trabajo, pero este Gobierno no está siendo distinto y hasta sigue teniendo presos a compañeros mismos de sus organizaciones».
La historia
En la tarde del 18 de diciembre del 2017, Romero, quien se desempeñaba como delegado gremial de la automotriz General Motors, fue fotografiado y filmado en primer plano disparando un mortero contra los efectivos policiales que reprimían la protesta frente al Congreso.
El saldo de los enfrentamientos fue de 162 heridos, 88 de ellos policías y al menos 52 detenidos por las pedradas, botellazos, cañas de las banderas políticas utilizadas como lanzas y armas tumberas.
En total tiraron unas 14 toneladas de piedras contra los policías que custodiaban el Congreso.
Romero estuvo prófugo más de dos años y fue detenido en Uruguay. El 25 de junio del año pasado fue detenido cerca de la frontera con Brasil, y luego fue extraditado.
Al llegar al país fue trasladado a la Superintendencia de Investigaciones Federales, donde permaneció hasta el 7 de agosto de 2020, cuando el juez Sebastián Casanello le otorgó la prisión domiciliaria.