El referente histórico del radicalismo Ricardo Alfonsín, repasó su recorrido político, criticó las alianzas con la derecha, cuestionó la criminalización de la protesta social durante el gobierno de Javier Milei y advirtió que la democracia argentina atraviesa un riesgo profundo.
Con la serenidad de quien carga años de militancia y también varias decepciones, el dirigente comenzó recordando sus inicios en la Unión Cívica Radical. “Yo empecé de grande en el partido, no como dicen algunos paparulos de las redes que creen que hago política desde siempre”, aclaró. Según explicó, su desembarco fue crítico: “Empecé haciendo internas porque entendía que se habían producido desviaciones ideológicas y metodológicas”.
Si bien algunos lo acusaban de “querer imitar a Raúl”, él fue enfático: “Nunca competí con mi viejo. Tengo muy claras las diferencias, pero comparto los valores y la idea de lo que el partido debe ser”.
También, sostuvo que la identidad radical fue deteriorándose: “La identidad de un partido no es una abstracción, se traduce en programas de gobierno. Con la nuestra, nunca podríamos haber derogado el impuesto a los bienes personales en una circunstancia como esta, en la que la gente está muy mal”.
La crítica no se limitó a la actualidad: repasó el declive del radicalismo tras 2001. “Después de la crisis sacamos el 2% de los votos. Nadie quería venir con nosotros. Luego, en 2011, logramos casi el 13% y eso nos volvió a convertir en un partido atractivo para construir alianzas”, recordó. Y añadió: “El primer error fue romper el Frente Amplio UNEN, que podía haber ganado las elecciones de 2015. El segundo fue hacer un frente con la derecha. El tercero, actuar como convidado de piedra, diciendo todo que sí”.
Respecto al presente, lamentó la falta de candidaturas propias: “Desde 2011 no tenemos candidato a presidente. En 2015 y 2019 fue Macri, en 2023 fue Bullrich. ¿Se dan cuenta?”.
También hizo foco en el surgimiento de nuevos actores sociales: “Después de los 90 y de 2001 surgió un nuevo sujeto político: los movimientos sociales. Hoy están conteniendo el caos social que se está viviendo”.
Consultado sobre el clima político actual, lanzó una acusación directa al gobierno de Javier Milei: “Este gobierno apenas asumido llevó adelante un plan sistemático de intimidación y criminalización. Han hecho allanamientos a partir de denuncias telefónicas anónimas sin constatar nada, con fuerzas que rompían puertas. Imaginate que en un barrio se te presenten quince personas armadas y encapuchadas”.
Y profundizó sobre esa estrategia: “Fue un plan sistemático, no un hecho aislado. Rociar con gas pimienta a niños y detener personas que después aparecían golpeadas no es casualidad. Es intimidación”.
Finalmente, el dirigente definió la propuesta que encabeza: “Conformamos el Frente Amplio por la Democracia porque creemos que la democracia está en riesgo. No es una pavada lo que pasa. No se puede naturalizar que quien tiene el poder diga cualquier cosa y actúe con impunidad”.

Con un tono autocrítico pero decidido, cerró: “Hay que recuperar las ideas y los valores que nos hicieron un partido popular, democrático y republicano. Porque lo que está en juego no es solo el radicalismo: es la democracia misma”.