La nueva institución tendría orientaciones de computación y programación, dos especialidades altamente demandadas por el mercado. Hace más de 70 años que no se crea una escuela preuniversitaria. Perczyk manifestó su apoyo, y se comenzará a trabajar en el proyecto.
La necesidad de profesionales en el campo de la programación y las ciencias de la computación, la posibilidad de generar empleo de calidad y la inclusión educativa de jóvenes mediante la formación técnica son los tres cimientos de la propuesta que el doctor Daniel Vega le hizo al Ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk.
Se trata de la creación de una nueva escuela dependiente de la UNS pero con dos características distintivas: tendrá una orientación vinculada con la computación y la programación, y funcionará en un barrio periférico.
“El mercado demanda jóvenes que sepan programación y computación, y la sociedad demanda que la Universidad dé respuestas a problemas como la inclusión educativa y la generación de oportunidades”, explicó el doctor Vega. “Hace más de 70 años que no se crea una escuela preuniversitaria, desde la fundación de la Escuela de Agricultura y Ganadería en 1951, porque Normal y Comercio ya existían y fueron incorporadas tras la creación de la Universidad en 1956”, detalló el rector.
Si bien reveló que todavía no está definida la localización, “será parte de un consenso con otros actores de la comunidad, y de un análisis detallado de dónde puede generar el mayor impacto”. Además, se estudia la ubicación en algún tipo de infraestructura existente, para favorecer su rápida implementación.
“El Ministro expresó su apoyo total a esta propuesta. Perczyk fue rector de una universidad de las llamadas ‘nuevas’, con mayoría de estudiantes que eran primera generación de universitarios, y vio de primera mano el impacto que la educación genera cuando se instala en sectores más postergados”, dijo Vega. El interés de la cartera educativa no es menor, ya que será el Ministerio -a través de la Secretaría de Políticas Universitarias-, el que aportará los fondos para la construcción o la adecuación edilicia en primer lugar, y luego para los salarios docentes.