Un 23 de abril de 1971, con la salida a la venta de “Sticky Fingers” -el álbum número 11 de los Rolling Stones-, nació uno uno de los símbolos más exitosos del planeta rock: la lengua de la banda liderada por Mick Jagger.
Creada por un joven diseñador que cobró 50 libras por su trabajo, no estaba en la tapa del disco sino que iba impresa en un sobre interior, con los nombres de los temas.
Con la publicación del disco “Sticky Fingers”, el primero editado bajo su propio sello el 23 de abril de 1971, The Rolling Stones presentaba al mundo su famoso logotipo de la lengua, que a través de los años se convirtió en el inequívoco símbolo que remite al popular conjunto británico sin necesidad de que medien textos, siglas o aclaraciones.
El célebre dibujo fue creado por el entonces estudiante de arte John Pasche y su inmediata asociación con la irreverencia y la sexualidad que vendía el grupo -tal vez por su semejanza con la boca del cantante, a pesar de que no había sido esa la intención inicial- hizo que fuera adoptado como un rasgo de identidad que opera casi con la misma fuerza que su música.
no existe ninguna otra banda que pueda presentarse a nivel gráfico solo con un símbolo en el que no está el nombre del grupo ni sus iniciales, sino que además ese logo de la lengua se ubica al mismo nivel de reconocimiento popular que otros que representan a famosas empresas multinacionales.
La historia se originó un año antes cuando Jagger tuvo un primer contacto con Pasche a fines de encargarle un diseño para un tour que realizaría la banda por territorio europeo, según recordó para Télam Diego Perri, uno de los máximos historiadores y coleccionistas en nuestro país de material sobre los Rolling Stones y autor del libro “República Stone”.
Pero tal como remarcó Veraldi, “los logos los hace la gente” y lo ocurrido en estos 50 años con la lengua Stone es la prueba cabal de cómo un dibujo sin más pistas que una boca sacando la lengua sea sinónimo de Jagger, Keith Richards y compañía, y haga sonar en la memoria auditiva los riffs de “Satisfaction”, “Start Me Up” o “Honky Town Women”.
Fuente: Telam