El Reishi, utilizado durante milenios en Asia por sus propiedades medicinales antioxidantes, antiinflamatorias y estimulantes del sistema inmunológico, ahora cuenta con reconocimiento oficial en Argentina para su procesamiento y consumo como alimento.
Esta incorporación al Código Alimentario Argentino (CAA) habilita el desarrollo de nuevos productos nutracéuticos, como harinas, extractos e infusiones, y fue posible gracias al trabajo conjunto de científicos del CONICET en el Laboratorio de Biotecnología de Hongos Comestibles y Medicinales del Centro de Recursos Naturales Renovables de la Zona Semiárida (LBHCyM- CERZOS, CONICET-UNS), una empresa del sector privado dedicada a la producción de hongos, y el acompañamiento técnico y legal de la Oficina de Vinculación Tecnológica del CONICET Bahía Blanca.
“Esta inclusión refleja años de investigación y desarrollo sobre el Ganoderma. Ahora podemos llevar sus beneficios a la población y fomentar su producción sostenible”, señaló Pablo Postemsky, investigador del CONICET y líder del proyecto..
El LBHCyM viene desarrollando investigaciones sobre el Reishi desde hace más de una década. Junto con sus líneas de investigación básica, también impulsa acciones de transferencia tecnológica y brinda asesoramiento a emprendimientos interesados en la producción y el desarrollo de productos nutracéuticos a base de Reishi.
En ese marco, el equipo no solo estudia el potencial funcional del Reishi, la caracterización del cultivo del hongo en condiciones controladas y diseña pruebas para optimizar los procesos de producción a escala industrial, sino que también ha logrado desarrollar tecnologías de cultivo adaptadas a condiciones locales,que utilizan residuos agroindustriales como sustrato, lo que permite reducir costos y minimizar el impacto ambiental.
“No solo es un recurso valioso para la industria alimentaria, sino también una oportunidad para pequeños productores y emprendedores que buscan diversificar el mercado con productos innovadores”, remarcó Maximiliano Bidegain, también investigador del CONICET e integrante del equipo.
La Oficina de Vinculación Tecnológica del CONICET Bahía Blanca acompañó el proceso de presentación ante las autoridades regulatorias y brindó asesoramiento técnico y legal a las empresas involucradas. Finalmente, la inclusión del Ganoderma lucidum en el CAA fue oficializada a través del Boletín Oficial del pasado 26 de marzo.
“La inclusión del Reishi al Código Alimentario es solo el comienzo. Ahora estamos trabajando en el desarrollo de productos accesibles que combinen sus propiedades únicas con las necesidades de los consumidores”, anticipó Postemsky.