Israel advirtió este jueves que no habría excepciones humanitarias a su asedio a la Franja de Gaza hasta que todos sus rehenes fueran liberados, después de que la Cruz Roja pidió que se permitiera la entrada de combustible para evitar que los hospitales «se conviertan en morgues».
Israel prometió aniquilar el movimiento Hamás que gobierna la Franja de Gaza en represalia por el ataque más mortífero contra civiles judíos desde el Holocausto, cuando cientos de hombres armados cruzaron la barrera y arrasaron ciudades israelíes el sábado.
La emisora pública Kan informó que el número de muertos israelíes había aumentado a más de 1.300 desde el sábado. La mayoría eran civiles asesinados a tiros en sus casas, en las calles o en una fiesta de baile.
Decenas de rehenes israelíes y extranjeros fueron devueltos a Gaza; Israel dice que identificó a 97 de ellos. Reportaron que hallaron mujeres que habían sido violadas y asesinadas, además de niños que habían sido baleados y quemados.
Las autoridades de Gaza dicen que más de 1.200 personas murieron y más de 5.000 quedaron heridas en el bombardeo.