Un nuevo estudio cientfico reveló que los perros pueden sufrir ansiedad por separación, al igual que los bebés cuando se alejan de sus madres.
Publicado en Plos One, el informe comprobó que los lazos emocionales entre perros y humanos son profundos y comparables al apego infantil.
Al quedar solos, muchos perros muestran signos de angustia: lloran, ladran y buscan desesperadamente el regreso de su cuidador.
Los especialistas destacan que los dueños funcionan como «base segura» y «refugio emocional», ayudando a calmar el estrés y brindar contención.
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