La médica y nutricionista es especialista en obesidad y diabetes, e integra además distintas herramientas de la psicología para tratar al paciente como un todo.
En diálogo con el programa radial La Mesa Dominguera, la Dra. María de los Ángeles Sánchez Calvin profundizó en diversos temas de la nutrición, entre ellos, la importancia de diferenciar el hambre real del emocional y la necesidad de crear hábitos saludables para cambiar nuestro cuerpo sin someternos a dietas extremas.
“El hambre emocional no tiene que ver con las necesidades fisiológicas sino con las emociones en estas situaciones, por ejemplo, con la pandemia que estamos viviendo. Nos sirve para saciar otro tipo de necesidades, para disminuir la angustia, el malestar, la ansiedad”, señaló Sánchez Calvin.
Asimismo, la especialista indica que hay que tratar de detectar esas emociones, que es cosa de todos los días y que hay maneras de darnos cuenta: “Cuando el hambre es física hay una sensación en el estómago. No es una sensación difusa de «estoy ansioso abro la heladera y no sé qué comer», empieza siendo progresivo. La otra, es bien emocional, más urgente, inmediata”.
“Incluso en las elecciones, el hambre física es muchísimo más sabia y saludable, porque es hambre real. La otra es antojo, casi siempre es de algo con grasa o con azúcar, y el bienestar que te va a generar a nivel cerebral dura solamente tres minutos, nada más. Pasado ese tiempo no te vas a sentir mejor, al contrario, si te estabas cuidando va a aparecer la culpa” añadió.
Existe hace tiempo una idea instalada de que el aumento de peso está únicamente relacionado por lo que se come, pero la realidad es que son varios los factores que afectan a nuestro metabolismo. Al respecto, la nutricionista expresó que “uno no solo se nutre del alimento, sino también de las relaciones, del amor que uno se da. Para nuestro organismo no es lo mismo si continuamente nos estamos prohibiendo, culpando, restringiendo o tenemos abajo la autoestima, porque entramos en un sistema de estrés donde todo lo que libera nuestro organismo no es para metabolizar bien, ni hacer la digestión, ni eliminar las grasas”.
“Mi primera dieta la hice a los 17 años y pasé por ellas incluso después de haber hecho nutrición. Hasta que pude entender que una dieta y la restricción era un círculo vicioso me llevó años”.
Consultada por la problemática del insomnio y de cómo la alimentación repercute en ello, la especialista ahondó en el concepto de ‘higiene del sueño’ y explicó “al cerebro le tenemos que avisar que nos vamos a dormir, más o menos una hora antes tenés que apartarte de todas las pantallas y obviamente no ingerir ningún alimento. Esta higiene nutricional es la que puede ayudarte a dormir muchísimo mejor”.
En el último tramo de la nota, Sánchez Calvin se refirió también a un tema que involucra a varias famosas e influencers, las recomendaciones de productos dietéticos que prometen tener “resultados mágicos”: “Detrás de todo esto siempre hay una cuestión económica bastante clara. Si fuese tan simple como para poder solucionarlo con un polvo no tendríamos una de las pandemias más grandes, que es la obesidad. Nada mágico funciona, para mantenerlo en el tiempo tienen que haber hábitos” puntualizó.
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