Cuando a raíz de la pandemia la desinfección se convirtió en necesidad prioritaria y excluyente en nuestras vidas, emergió una tecnología a la que se le había prestado poca atención, tal vez por lo novedosa: la nanotecnología. Hoy sus aplicaciones antimicrobianas son el nuevo estándar en la higiene, desde los servicios de cuidados intensivos hasta los hoteles, el transporte y el hogar.
Se trata de materiales específicamente diseñados cuya apariencia sensible no parece tener nada de particular. Pero cuya estructura microscópica les confiere propiedades inéditas frente a los virus, bacterias y hongos que causan las más temidas infecciones.
Este boom de la nanotecnología antimicrobiana se debe, principalmente, a su probada eficacia y a la enorme variedad de materiales en que se puede aplicar. Esto se traduce en una inmensa variedad de usos posibles: desde los servicios de cuidados intensivos de los centros de salud, pasando por las superficies de contacto asiduo en los medios de transporte público o las almohadas y cobertores en los hoteles, hasta la desinfección de los ambientes de trabajo, la escuela, el hogar, etc.
La incorporación de estos nuevos materiales a la vida cotidiana en la mayoría de los casos no se ve ni se siente, aún cuando las más exigentes normas internacionales certifican su eficacia.
La nanotecnología de protección antimicrobiana de superficies, no obstante, se impuso como estándar durante esta pandemia en los países centrales no sólo en el área de salud, sino en hotelería, espacios públicos como oficinas y escuelas, gastronomía (tanto en mesadas y utensilios de cocina como en el área de servicio) y líneas de transporte comerciales (aviación, buques y micros).
Un principio de acción diferente
Existen ya en el mercado argentino protectores nanotecnológicos aplicables sobre casi cualquier superficie con probada eficacia contra cultivos de coronavirus, bacterias y hongos, como así también aplicaciones muy novedosas en medicina, tales como apósitos autodesinfectantes con partículas de plata capaces de controlar el peligroso problema del “pie diabético”: lesiones perforantes de rápida infección en las extremidades inferiores, que suelen llevar a la amputación en personas con diabetes
La nanotecnología es una revolución tecnológica que ha llegado para quedarse. A diferencia de lo que se suele discutir sobre otras innovaciones tecnológicas, viene realmente a resolver problemas que nos estaban preocupando, y ofrece un beneficio inmediato y tangible para la salud de todos, ya que permite mejorar los estándares de cuidado de la salud en espacios públicos, en centros de salud y medios de transporte, en el trabajo y en el hogar.
En el transcurso de la actual pandemia han pasado de ser una “promesa” a ser una realidad muy concreta, imposible de soslayar o de ignorar para quienes establecen los estándares y protocolos de los que depende la salud de la población.