La popular “colita rutera” aún se sigue viendo en las calles. A pesar de que es menos frecuente encontrarse con una, esa pequeña extensión de goma que sale del paragolpes para hacer contacto con el asfalto, fue un clásico super popular por mucho tiempo. Pero la verdadera pregunta es: ¿para qué sirve?
Estas pequeñas tiras buscan evitar que la carga estática del auto se traslade a las personas que viajan en él. Se le atribuye a estas bandas la capidad de prevenir dolor de cabeza en viajes largos, así como el “chispazo” que se recibe al tocar los cierres de las puertas.
La idea es que esta colita de goma descargaría la energía generada por el llamado fenómeno triboeléctrico, que se produce a partir de la electricidad por frotamiento. El mismo se da cuando un cuerpo roza contra el aire durante la marcha y se carga con electricidad estática.
La electricidad estática viaja de manera súbita entre dos objetos por diferencia de potencial. De esa manera, la carga positiva se acumula en nuestro cuerpo y no se libera hasta que entramos en contacto con una superficie conductora. En el caso del auto, el suelo actúa como polo negativo y el polo positivo tiende a ser la carrocería del auto, el propio vehículo o sus ocupantes.
Es por todo esto que la presencia de esta banda en el paragolpes en contacto con el camino, favorecería a evitar esos calabrazos eléctricos o los dolores de cabeza que se sienten al estar mucho tiempo de viaje en el vehículo.
La idea es muy simple y consiste en colocar un trozo de goma con centro metálico desde el auto a asfalto, de manera que pueda descargar alló la electricidad estática. Claro que hay otros que, para evitar los mismos síntomas optan por medidas más simples, como cerrar las puertas con una pierna o parar cada determinado tiempo para despejarse durante el recorrido.
Fuente 0291 y 100