Un importante refugio para los mamíferos marinos del Ártico, incluidos los osos polares, las focas y las morsas, se está volviendo vulnerable al cambio climático.
Según un nuevo estudio, un área del Océano Ártico crítico para la supervivencia de los osos polares sufrió un derretimiento récord el último verano y se está volviendo rápidamente vulnerable al cambio climático.
El Mar de Wandel, localizado frente a la costa noreste de Groenlandia, forma parte de lo que los científicos llaman la «última zona de hielo«, un sector donde se espera que el hielo marino dure más que en otros lugares.
Se trata, a su vez, de un último refugio importante para los mamíferos marinos del Ártico, incluidos los osos polares, las focas y las morsas.
En el análisis publicado, los investigadores utilizaron una combinación de imágenes de satélite y modelos de hielo marino para tratar de comprender lo que sucedió.
Encontraron una disminución del 50% en la concentración de hielo respecto al año pasado que se explica, en parte, por factores relacionados con el clima, como los vientos inusualmente fuertes. Pero esto se vio reforzado por una tendencia al «adelgazamiento» que ha estado sucediendo durante años.
Según los autores, estos hallazgos sugieren que los modelos climáticos podrían necesitar ser reexaminados. La mayoría no predijo la baja concentración de hielo marino para hasta dentro de varias décadas o más. Asimismo, plantea preguntas sobre el impactos de más aguas abiertas en los mamíferos marinos de la zona.
«Sabemos muy poco sobre los mamíferos marinos en la última zona de hielo», dijo la coautora Kristin Laidre, de la Universidad de Washington. «Casi no tenemos datos históricos o actuales, y la realidad es que hay muchas más preguntas que respuestas sobre el futuro de estas poblaciones».
Fuente 0291 y RT