Sebastián Más, titular del gremio de AEFIP en Bahía Blanca, expresó su preocupación y bronca ante el anuncio del Gobierno de Javier Milei sobre la disolución de la AFIP y la creación de una nueva agencia de recaudación. El sindicalista denuncia un plan que, según él, afectará a los trabajadores y favorecerá a los grandes evasores.
Más, reaccionó con indignación ante la decisión del Gobierno de Javier Milei de reestructurar la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y sustituirla por una nueva agencia de recaudación y control aduanero.
Según el gremialista, el anuncio está afectando la imagen de los trabajadores de la AFIP, quienes desempeñan un rol crucial en la recaudación de los recursos necesarios para los servicios públicos del Estado. Además, mencionó la «incertidumbre» que se ha generado entre los empleados del organismo, quienes temen despidos masivos bajo el argumento de un supuesto ingreso irregular de personal en años recientes. «Esto es parte de una persecución política», agregó.
Más refutó las afirmaciones del Gobierno sobre sueldos exorbitantes en la AFIP, indicando que los salarios mencionados corresponden a funcionarios designados por el propio Gobierno, no a los empleados regulares. En cuanto a la creación de la nueva agencia, señaló que «es una formalidad» y expresó que la medida, lejos de mejorar la eficiencia del organismo, «disminuirá la capacidad de controlar a los grandes evasores».
También mencionó que, en los últimos 15 años, la cantidad de empleados en la Dirección General Impositiva de Bahía Blanca ha disminuido de 340 a menos de 300. A pesar de las dificultades, aseguró que los trabajadores del organismo están preparados para resistir las reformas y ya están organizando medidas de fuerza para responder ante el avance de esta reestructuración. «Vamos a hacer todo lo necesario para defender nuestros derechos», concluyó.
Las próximas semanas serán clave para determinar el futuro del organismo y de los trabajadores afectados.