Es uno de los primeros lugares del mundo que inmunizó a la mayoría de su población.
La gente sin mascarilla se saluda por la calle, los amigos comen juntos en restaurantes y los aficionados acuden a eventos deportivos. Con la vacunación contra el coronavirus casi completada, Gibraltar se convirtió en un «oasis» en una Europa llena de restricciones.
Este pequeño territorio británico en el extremo sur de España es uno de los primeros lugares del mundo en inmunizar a la mayoría de su población adulta contra el coronavirus, permitiendo el levantamiento de restricciones y el retorno a una vida casi normal.
En Gibraltar, desde finales de marzo las mascarillas deben llevarse únicamente en espacios públicos cerrados, tiendas y transporte público. El toque de queda existente se levantó, devolviendo la vida a los bares y restaurantes que habían reabierto con aforo limitado el 1 de marzo tras meses de cierre.
La pandemia se cobró 94 vidas en Gibraltar, la mayoría entre enero y febrero, y dejó casi 4.300 contagios entre su población.
Pero gracias al impulso de vacunación, no hubo nuevas internaciones en las últimas dos semanas en este territorio de 6,8 kilómetros cuadrados.
Fuente 0291 y clarín