La variante Ómicron del coronavirus despertó un síntoma entre los niños: el “crup”. Especialistas de Estados Unidos alertaron que afecta especialmente a los menores de hasta 5 años y recomendaron su seguimiento ya que podría generar complicaciones a futuro.
El “crup”, es el término utilizado por los pediatras para la tos seca y áspera que se conoce popularmente como “tos de perro”. La preocupación de los especialistas se da ya que la misma puede perdurar hasta después de contraído el coronavirus, lo que se llama una laringotraqueobronquitis que debe ser atendida.
Esta tos seca y áspera ocurre cuando una infección en la vía respiratoria aérea superior obstruye la respiración y genera la característica tos perruna. “Estábamos viendo más pacientes con crup y más pacientes daban positivo en las pruebas de covid, algo que no habíamos observado durante las fases anteriores de las oleadas de covid“, dijo la doctora Adhley Keilman, especialista en medicina de urgencias pediátricas del Hospital Infantil de Seattle.
La variante Ómicron se concentra en las vías aéreas superiores, por este motivo aumentó el nivel de contagiosidad y se asoció este tipo de tos con esta cepa del coronavirus.
Sin embargo, existen otros virus que pueden generar este tipo de tos en los niños. Como la parainfluenza humana (HPIV) o puede ocurrir por una infección bacteriana, razón por la cual no se puede asegurar que sea un efecto del Covid. La mayoría de los casos se suele presentar en la época de otoño, aunque puede darse durante todo el año.
“Ómicron ha demostrado ser una enfermedad de las vías respiratorias superiores más que de las vías respiratorias inferiores en los pulmones y, por lo tanto, la gente lo descarta como un simple resfriado y no es gran cosa”, explicó la doctora Indi Trehan. Y agregó: “Creo que lo que registramos es que, de las infecciones de las vías respiratorias superiores, de las infecciones virales, el crup es una de las más graves y lleva a los niños a la UCI con regularidad”.
Fuente 0291 y mitre