Según los resultados de una encuesta de Unicef Argentina, el efecto del aislamiento por la cuarentena afectó en mayor medida a los más jóvenes en su estado anímico. Luisa Brumana, representante de la filial local del organismo internacional, alertó que los efectos secundarios del COVID-19 afectan a los chicos y las chicas más vulnerables, quienes son las “víctimas ocultas del coronavirus”.
El relevamiento destacó que entre los 13 y los 17 años, hay temor a enfermarse: «el 44% piensa que ellos o sus familias se van a contagiar el COVID-19 y un 48% afirmó estar deprimido, angustiado o asustado por la pandemia«.
Ante estas cifras, Brumana señaló que “hay que estar atentos a la salud mental y a la contención de los más jóvenes”.
La “Encuesta de Percepción y Actitudes de la Población. Impacto de la pandemia y las medidas adoptadas por el gobierno sobre la vida cotidiana de niñas, niños y adolescentes” elaborado por Unicef precisó que «más del 50% de los adolescentes dijo que conversan con su madre estas situaciones y su fuente de información más confiable, en un 66% dijo que son los padres».
Asimismo, se consultó sobre el desarrolló de la educación a distancia por canales virtuales. Allí se concluyó que el 81,2% de los hogares las chicas y los chicos tienen actividades o tareas escolares, que en un 68% realizan junto a sus madres.
Sin embargo, buena parte de la oferta educativa está en diversas plataformas multimedia y hay gran parte de los jóvenes que no tiene acceso a estos recursos. Un 18% de los adolescentes declararon no tener acceso a internet y el 37% no cuenta con Tablet, notebook o PC. Entre los que sí tienen conexión, el 76% considera que está más tiempo frente a las pantallas respecto al periodo previo de aislamiento.
El 81% de los jóvenes mantiene contacto con sus compañeros/as y amigos/as y dedican el tiempo en casa principalmente a las tareas escolares (87%), ayudar con las tareas domésticas (49%) y jugar en dispositivos electrónicos como la play o el celular (48%).
La economía en tiempos de coronavirus
Otra de las conclusiones del organismo internacional fue que el mayor riesgo lo sufrieron los sectores más vulnerables de la sociedad, donde se agravaron sus condiciones sociales por la pandemia:
“En el 59% de los hogares se percibieron menos ingresos y en el 31% de ellos se dejaron de comprar algunos alimentos por falta de dinero, situación que se agudiza en villas y asentamientos, donde las privaciones nutricionales afectan a 5 de cada 10 hogares”, destacó el informe.
Mientras, este porcentaje aumenta al 62% en la Provincia de Buenos Aires, al 70% entre los perceptores de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y al 75% cuando son familias numerosas.
Sobre la pérdida de empleos promedio en el país, la encuesta arribó que “hubo un aumento del 7%” y las provincias del Noroeste Argentino (NEA) son las más afectadas donde llega al 10% la caída de la actividad laboral.
Aún así, el 21,8% de las personas adultas encuestadas recibió el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el 27,8% el bono para la AUH y el 19% la Tarjeta Alimentar y otros apoyos alimentarios.
El aislamiento preventivo ante la pandemia
Pese a los impactos socioeconómicos, la encuesta señaló la alta aceptación de las medidas adoptadas por el Gobierno: “El 83% de los hogares en el país considera que, si no hubiera cuarentena, hay un riesgo alto de contraer la enfermedad y los niveles de aprobación del aislamiento social es de un 99%”.
Brumana es médica epidemióloga y destacó que más del 90% de la población afirmó tomar las medidas preventivas correctas como el lavado frecuente de manos y la desinfección de superficies.
No obstante, un 11% de las familias que viven en villas o asentamientos no cuentan con insumos de protección, limpieza y desinfección suficientes, principalmente lavandina, alcohol en gel o común, barbijos y jabón.