Miguel Donadío repasa sus dos años de gestión como presidente del CGPBB
Transitar el camino de la presidencia del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca fue un arduo proceso de trabajo diario, de esfuerzo compartido con los colegas del directorio y de la mano de un gran equipo de profesionales, con un balance muy positivo, apuntalado por todos los logros del presente, muchos de los cuales fortalecerán la etapa de la gran transformación que nuestro puerto está viviendo actualmente.
La gestión fue de alta intensidad y son muchas las cosas que pueden destacarse en estos dos años al frente de la administración portuaria. Entre las más importantes y estructurales para los nuevos tiempos, resalto la instrumentación de un mejor adaptado organigrama institucional, la incorporación de nuevos profesionales a través de procesos orgánicos de selección transparente y la realización de programas de capacitación adaptados a las necesidades organizacionales del siglo XXI.
Mantuvimos como sustancial política institucional al plan estratégico “Visión Portuaria 2040”, que había comenzado en otra administración, que también fue un oportuno acierto de gestión arquitectónica para darle continuidad en el tiempo a un trabajo muy profesional.
Asumimos definitivamente que el desarrollo de Vaca Muerta nos impulsaría grandemente y nos colocaría en el sitial de puerto natural de todo ese gran emprendimiento energético y ello fue también una impronta de gobierno que nos tuvo muy ocupados todo este tiempo con grandes avances.
La exportación de GNL fue un hecho histórico para el país, pero por sobre todas las cosas para nuestro puerto, porque significó elevar la eficacia logística y operativa de una actividad que no es frecuente en muchos puertos del mundo. Fue un gran trabajo institucional y de todo el equipo del consorcio que en forma perentoria resolvió todas las cuestiones que se le plantearon en tiempo y forma.
Seguimos avanzando para consolidarnos como puerto logístico en materia de energías renovables y también fue un hecho destacado de estos últimos tiempos coronado con la impecable recepción de numerosos aerogeneradores y aspas que impulsaron la creación de más de 15 parques eólicos.
Nuestro puerto granelero y toda su actividad marchó en este año a todo vapor impulsado por una cosecha récord de más de 145 millones de toneladas que colocó las estadísticas del puerto bahiense entre las mejores de toda su historia.
Haber puesto en agenda de manera más intensa el relacionamiento con la comunidad de Ingeniero White y sus instituciones fue un gran avance y acierto en tiempos en que las desigualdades sociales hacen estragos por doquier. La institucionalización del programa de transformación urbana White 2020, donde se destacan obras troncales como las de acupuntura urbana en la avenida Santiago Dasso, en la calle Reconquista, en el acceso al Museo Ferrowhite y fundamentalmente el proyecto del Muelle de los Elevadores, marcan un punto saliente de la
gestión.
Además de todas las demás obras que se reflejaron en el marco del urbanismo participativo en instituciones educacionales, deportivas y sociales de Ingeniero White como en lugares emblemáticos de nuestro puerto como lo es el boulevard de nuestra avenida Mario Guido que también resultaron altamente valoradas por propios y ajenos.
Central en todo este corto proceso de gestión fue la agresiva política de tierras que permitió cerrar un tema de enorme trascendencia estratégica para el futuro de nuestra estación portuaria, temática que encontramos en estado de parálisis institucional, que entre adquisiciones, regularizaciones y expropiaciones nos permitió incorporar más de 1500 hectáreas al patrimonio del nuestro puerto, que lo colocan como el puerto con mayores extensiones territoriales del país.
La baja de tarifas y de costos portuarios también fue un punto alto de la gestión que permitió lograr mayor competitividad a nuestra estación portuaria con licitaciones que marcaron excelencia administrativa e impecable transparencia con bajas de precios notorias como en dragado, postas y balizamiento. En una histórica licitación de dragado, los oferentes ofrecieron precios que bajaron anualmente de 22 millones de dólares a 9 millones de dólares por el mantenimiento del canal de acceso en un hecho sin precedentes en este tipo de contrataciones.
La decencia inquebrantable como bandera de gestión también ha sido muy reconocida por toda la comunidad portuaria.
El impulso en tándem con la Bolsa de Cereales al proyecto de “Clúster Alimentario Puerto Bahía Blanca” con una integración de empresarios regionales, conjuntamente a todo el empuje dado a la sociedad de Zona Franca Buenos Aires Sur con decisiones de altísimo alcance estratégico, también importarán un futuro con inversiones millonarias y nuevos actores de trascendencia comercial tanto en el mundo de los agro-alimentos como en el sector de las empresas tecnológicas.
Otro dato importante de la gestión, que generó mucha empleabilidad, fue haber recuperado los pesqueros de altura que hacia muchos años no venían a nuestro puerto y pudo sumar a nuestra operatoria fruto de un compromiso de trabajo entre el consorcio, el sector sindical y el sector empresario.
La promoción del puerto con visión regional, nacional e internacional desde una mirada estratégica y de apertura como nunca se había dado también son hitos de esta gestión como para también subrayar. En esta línea de trabajo la firma, con el aval de todo el directorio, de innumerables convenios de inversión sin duda es otro hito de gran potencia que marcará la época de la gran transformación portuaria.
En ese camino de alto impacto en la gestión, la creación de una nueva gerencia de desarrollo de negocios es también una prolífica idea que prontamente dará sus frutos de cara al progreso de nuestra estación portuaria con un equipo de trabajo polifacético y comprometido en el slogan que impusimos en esta gestión: “Somos argentinos que trabajamos para transformar la Argentina”.
Haber mantenido el puerto sin mayores conflictos y exento de episodios traumáticos también fue un gran esfuerzo de gestión de todo el equipo y muy especialmente del trabajo de los directores del sector sindical. Con orgullo recibimos loas de varios sectores que se expresaron favorablemente por este trabajo señalando que en este tiempo se habían ocupado de pensar en producir y trabajar, y no estar en permanente estado de conflicto. La mesa del diálogo funcionó a pleno con todos los sectores y fue muy valorado.
Hacer todos los eventos institucionales del CGPBB en nuestros propios edificios con su especial encanto portuario fueron hechos identitarios que apuntalaron fuertemente la gestión. Por allí pasaron las jornadas de Vaca Muerta, de la Hidrovía Continental, los aniversarios del CGPBB, las jornadas de urbanismo portuario, innumerables eventos sociales y obviamente la Fiesta Nacional del Camarón y el Langostino que la gestión impulsó como eje sustantivo de la identidad de nuestro puerto.
Renacer la dinámica cultural y turística de la localidad acompañando todo tipo de proyectos también marcaron un camino. El impulso al emprendimiento del paseo en catamarán, los nuevos foodtrucks gastronómicos, la nueva plazoleta, el nuevo mural artístico, la festividad de San Silverio, el homenaje permanente a los ex combatientes del Crucero ARA General Belgrano en nuestra plaza “Héroes de Malvinas”, etc. también son hechos que dieron color, valor y respeto a la gestión.
Nos modernizamos organizacionalmente con la instrumentación del expediente electrónico y la puesta en funcionamiento de un nuevo sistema informático de gestión a la altura de los grandes puertos del mundo También actualizamos nuestro reglamento de compras y renovamos el plantel del área de administración y finanzas para mejorar la impronta del sector.
Hemos tenido para todo este impulso en la gestión el apoyo de todo el equipo del consorcio, de su nuevo gerente general y fundamentalmente de un directorio de gran categoría profesional, de experimentada trayectoria dirigencial que acompañó en todo momento, que privilegió los intereses de toda la comunidad portuaria sin cuyo concurso todo lo expuesto no hubiera sido posible. A todas las cámaras e instituciones empresariales y sindicales que representan, también mi agradecimiento porque participaron en la socialización de muchas de las decisiones que tomamos
últimamente y también es otro punto distintivo de esta gestión. A ellos mi especial y sincero
reconocimiento.
Un agradecimiento personal a todos los integrantes del Consejo Consultivo del CGPBB con quienes compartimos gratamente la gestión de estos tiempos y debatimos prolíficamente numerosos temas que hacen al interés de nuestra comunidad portuaria. También a todo el equipo de profesionales del programa White 2020 por apuntalar el sueño de la transformación urbana.
Y como final un agradecimiento a todos los funcionarios públicos nacionales y provinciales que siempre estuvieron solícitos a los requerimientos del puerto bahiense, especial agradecimiento para el intendente municipal y su equipo de trabajo, a todas las instituciones de Ingeniero White que me dispensaron su afecto desde el primer día de gestión, a todo el personal de la Prefectura Naval Argentina y muy especialmente a su jefe, también a los transportistas, a toda la comunidad de pescadores artesanales y nuevamente un saludo agradecido al fantástico personal de este
consorcio de gestión que hizo que todo lo expuesto fuera posible y más fácil.
Dejaré la presidencia del CGPBB con mis convicciones éticas intactas, defendido en todo momento la autonomía del Puerto de Bahía Blanca y con la enorme satisfacción del deber cumplido.