En una intensa final, el equipo de Londres se impuso sobre el City de Guardiola 1 a 0. El gol lo marcó Kai Havertz a los 41 minutos del primer tiempo. Último partido del Kun Agüero en el City
Chelsea superó a Manchester City, en el que tuvo pocos minutos Sergio Agüero en su despedida del equipo, por 1 a 0 en el estadio do Dragão de Oporto, Portugal, y se consagró campeón de la Champions League por segunda vez en su historia.
El delantero alemán Kai Havertz, a los 42 minutos del primer tiempo, hizo el único gol de la final.
En el banco de Chelsea estuvo el arquero argentino Wilfredo Caballero, como en otras 12 ocasiones en la temporada de la Champions.
Por su lado, Agüero ingresó a 15 minutos del final, casi sin opciones y con su equipo desarmado y desesperado por la igualdad. Así se despidió de su club luego de una década, en la que levantó cinco ligas Premier, una Copa FA, tres Community Shield y seis Copa de la Liga inglesa e hizo 260 goles (39 por Champions).
Los dirigidos por el alemán Thomas Tuchel impusieron sus condiciones desde el principio hasta el final, contaron con las situaciones más peligrosas y no le permitieron al Manchester City hacer lo que más sabe, más allá de los minutos finales en los que empujó con ganas y pocas ideas. Al igual que en la Premier League inglesa, Chelsea lo doblegó.
Chelsea, directo y versátil en ataque, achicó los espacios en los minutos iniciales, se movió en bloque y le tapó todas las salidas a Manchester City.
Lo hecho por Chelsea no solo sobresalió en repliegue y en la inhibición de las armas rivales, sino que cuando tuvo la oportunidad salió en velocidad con Havertz y Christian Pulisic, quien falló en cara a cara increíble.
En los minutos finales, Manchester City empujó por todos lados, sin demasiadas ideas y mucho menos la tranquilidad de siempre para tocar y abrirse camino. Los siete de adición se consumieron entre pelotazos frontales, centros de los costados y los despejes de Chelsea, que se quedó justamente con la Champions.
Fuente: Telam