Una madre que trabajaba en la primera línea del Sistema Nacional de Salud británico se reunió con sus dos hijas después de nueve semanas de ausencia en las que luchó por salvar vidas.
La mujer de 43 años tomó la difícil decisión de separarse de Bella, de nueve años, y de Hettie, de siete, mientras trabajaba en un quirófano durante el pico del COVID-19.
Pero después de más de dos meses agotadores, donde incluso pidió duplicar sus horas de trabajo normales y trabajar las 24 horas, tuvo la oportunidad de reunirse con sus dos hijas y finalmente “ponerlas a ellas primero”.
Fuente:infobae