La inflación de mayo trajo dos buenas noticias para el Gobierno: la quinta desaceleración consecutiva y la primera vez en 10 meses que la medición interanual es más baja que la anterior, según el consenso de las consultoras del mercado.
Sin embargo, ese movimiento no evita que junio comience con aumentos en rubros que se mantienen regulados por el Estado. Es el caso de las tarifas de servicios públicos, combustibles y transporte que pondrán presión al indicador del Indec y que golpearán el debilitado bolsillo de los consumidores.
El caso más paradigmático es el de las tarifas de electricidad y de gas porque la Secretaría de Energía fue instruida a comenzar desde junio con la quita de subsidios en usuarios residenciales de ingresos bajos y medios.
Por lo tanto, la nafta y el gasoil aumentaron desde este sábado primero de junio un 3,5% promedio en todo el país.